Los rótulos del espacio público constituyen un patrimonio cultural valioso, que refleja la identidad única de los lugares y sus habitantes. Este patrimonio cultural, desaparece rápidamente de nuestras calles, los comercios cierran, llegan las franquicias, las modas cambian, las ordenanzas municipales deciden que la publicidad debe desaparecer de algunos espacios, pero muchos de esos rótulos históricos permanecen en nuestro recuerdo y en las antiguas fotografías. La diversidad de estilos, materiales y técnicas es una riqueza cultural que se pierde frente a la homogeneización de la rotulación en todo el mundo, el plástico sustituye al vidrio pintado, al neón o al hierro fundido.
Los rótulos históricos a menudo tienen un diseño y una estética única que complementa la arquitectura y el ambiente de la ciudad. Agregan un encanto especial y contribuyen a la belleza visual de las calles y los edificios; preservan la identidad y la historia de una ciudad. En definitiva, permiten que las generaciones presentes y futuras se conecten con el pasado y comprendan la evolución de la ciudad a lo largo del tiempo.
La gráfica en el espacio público es un objeto amplio y en constante transformación, aquí podemos ver ejemplos de rótulos que poblaron las calles de Vitoria