Lobaria pulmonaria (L.) Hoffm. + Phoma lobarie Diederich & Etayo + Parmelia sulcata Taylor

Signatura

ES.01059.ATHA.DIC.DI.02275

Nivel de descripción

Título

Lobaria pulmonaria (L.) Hoffm. + Phoma lobarie Diederich & Etayo + Parmelia sulcata Taylor

Alcance y contenido

Sigla original del Herbario: Tsn2-33; Nº herbario VIT (Vasculares): 75376
Grupo: liquenes; familia: Lichen; etiqueta manuscrita de Prestamero: Lichen Pulmonaria; nombre popular: matacaballos
Lobaria pulmonaria es uno de los líquenes más grandes de nuestra flora. Es una preciosa y llamativa especie que debió atraer la atención de Prestamero, quien preparó con él uno de los pliegos más vistosos de su herbario. Es un liquen extendido en Europa, pero circunscrito a lugares muy húmedos, de clima atlántico. En el País Vasco es propio de hayedos y robledales bien conservados, donde vive corticícola en troncos. Es sensible a la alteración de su hábitat, por lo que se considera una especie amenazada en algunos países europeos.
Los corpúsculos blancos que se ven sobre las nervaduras y en los bordes de esta Lobaria pulmonaria son soralios, estructuras para la propagación asexual del liquen.
Los líquenes no son un único organismo, sino dos, un hongo y un alga, que se juntan para formar una simbiosis que disfruta de un gran éxito biológico. Hay unas 17.000 especies de líquenes. Se presentan en multitud de formas y aspectos: los hay endolíticos (que viven dentro de las rocas), otros forman costras sobre piedras o cortezas, muchos son foliáceos, como Lobaria pulmonaria, algunos se ramifican y parecen pequeños arbustos, mientras que otros cuelgan de las ramas de los árboles. Gracias a la simbiosis, prosperan en medios muy hostiles, como los desiertos, y son de los pocos seres vegetales que viven en la Antártida. A pesar de desempeñar muchas funciones importantísimas en los ecosistemas, los líquenes pasan desapercibidos para la mayoría de las personas, que no los encuentran atractivos. De ahí el mérito de Prestamero en no olvidarse de los líquenes en su herbario. De hecho, no fue hasta casi cien años después de Prestamero que se descubrió la verdadera naturaleza simbiótica de los líquenes. Lo hizo el botánico suizo Simon Schwendener en 1869.

Tipo de contenido

Notas

Este pliego contiene un liquen (Lobaria pulmonaria) de gran tamaño, que se aprecia a simple vista. Sin embargo, mezclados, hay otros dos líquenes: Phoma lobarie y Parmelia sulcata.

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